martes, 7 de junio de 2011

Alguna vez me abrazó la frialdad de la tierra
No había ruido, malestar ni sentimientos que me despertaran.
No había luz que me golpeara
Ni del sol ni de la luna
¿ Por qué no pude permanecer así ?

Recuerdo que me bañaron en diversos aceites
Cubrieron con una corona de rosas mi cabello
Y me perfumaron con un dulce olor a duraznos.
Luego me alzaron entre varios y me cargaron como un muerto.

Había dejado atrás la agonía, el hambre y el daño
Permanecí en paz total, bajo un manto de seguridad
que me aisló de la pobredumbre humana.
No tenía razones para llorar, ni para reír
...Sólo había tranquilidad.

De pronto, sentí que caía del cielo
que mis anhelos se quedaban en ese lugar irreal
Mis heridas comenzaban a sanar
Las estrellas empujaron mi cuerpo pesadamente hacia abajo
Conectándome a esta vida abruptamente.

Ví horribles rostros que sacudían la tierra que me cubría
arrancaron mi corona de rosas
y me tironeaban como si fuese un animal.
Me arrastraron por el pasto
Me privaron de descanso para que cazara con ellos.

A veces anhelo el frío de la tierra
A veces anhelo la oscuridad total
A veces anhelo ese lugar tan pacífico
Anhelo el olvido de mis sentimientos...
Anhelo...permanecer dormido...

El fantasma en la niebla

Hace unos meses, quise experimentar nuevas sensaciones, así que me dediqué una noche a observar una mujer en plena madrugada...
En principio, me llamó la atención porque era esbelta y de hermoso rostro. Me gustaba como se veía fumando un cigarrilo en una posición que inspiraba mucha seguridad. Traía además unas escasas prendas de vestir: Lucía una blusita roja con un escote muy sugerente y una falda negra que dejaba translucir su entrepierna. Recuerdo que tenía una melena rubia, tez pálida y labios bien pintados. Era cosa de tener dos dedos de frente para saber lo que ella era y lo que esperaba a esa hora...

Me mantuve fuera de su alcance de visión, pacientemente observando... La seguí en sus incursiones durante un par de horas... Vi cuántos clientes se le acercaron y con quiénes cerró un trato:
Algunos la llevaron a un motel.
algunos preferían el pack económico y lo hicieron en los callejones.
Otros la subían a sus autos y a los pocos minutos, se bajaba.
En todos los casos, siempre regresaba nuevamente al punto de partida.

En algún momento de la noche, comenzó a caer una espesa niebla.

Momento ideal para lograr acercarme.
Cuando me acerqué aproximadamente a cinco metros de distancia, dejó bruscamente de fumar y giró su cabeza hacia donde yo me encontraba.

Hubo un silencio incómodo...

Sabía que mi rostro luego de la transformación había quedado deformado, mas no imaginaba que estuviese tan mal (He de mencionar que desde el vampirismo, nunca más pude observar mi reflejo)... Con su mirada noté que el espanto era tal, que todo su cuerpo se paralizó.

Me acerqué cada vez más y ella ni siquiera logró pestañear. Me pareció extraño, porque fue el banquete más fácil que he conseguido en todos estos años...


Después de esa noche, no volví a verla más en esa esquina...
Por rumores de vagabundos, supe que la habían internado en un psiquiátrico posterior a mi breve aparición...